jueves, 10 de marzo de 2011

El arquitecto Clorindo Testa habla del color en arquitectura



En la revista La Nacion del domingo 17 de abril, el arquitecto Clorindo Testa, hombre que no le teme al color en sus obras , comenta " Estamos en una época en la que hay color. Las pinturas fueron mejorando con el tiempo. Hace 50 años, las de exterior se desteñían enseguida. la tecnología va cambiando las cosas - Ahora sabés que al color es fácil tenerlo. Los colores aguantan , son más perennes , hay más variedad de pinturas. Es bárbaro que esto pase, y tenemos que aprovecharlo. "

Cuando veo a todas las ciudades tan grises o blancas ( ya todos los autos grisis o blancos) me parece que estamos padeciendo un prejuicio de saber que no vale la pena usar colores porque destiñen. Quizás cuando las pinturas de color, además de estables y perennes, tengan el mismo precio que la pintura blanca, entremos en la verdadera era de la arquitectura multicolor.-

Nota en Diario Clarin del 6/ 3/11

Nota en Diario Clarin : http://www.clarin.com/politica/elecciones/Estallo-guerra-colores-marketing-campana_0_439156151.html

Estalló la “guerra de los colores” en el marketing de la campaña
06/03/11 Los publicistas eligen tonalidades que proyectan atributos deseados en sus candidatos.

Por Sebastián Campanario


Así como no hay comida de color azul, tampoco se verán campañas políticas en tono violeta: es el tono que más tarda en generar emociones en el votante. El rojo despierta pasiones al instante, y por eso los radicales no dudan en usarlo en su comunicación, pero es un color sobredemandado y por lo tanto poco diferenciador . Y el amarillo del macrismo es ideal para promover la concentración y el estudio, aunque por alguna razón que los neurocientíficos tratan de averiguar, es el color que provoca más llanto espontáneo en bebés . Por suerte para Mauricio Macri, Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta, sus intentos de seducción política se concentran en mayores de 18 años.

“Ningún color detrás de los candidatos es casual, y los seres humanos somos más sugestionables por la vía de las tonalidad de lo que suponemos”, comenta Ana Von Rebeur, autora del best seller “La ciencia de los colores” (Siglo XXl). Tres expertos en comunicación política dijeron a Clarín que hace mucho no veían una campaña con tanto énfasis en los valores cromáticos como la actual .

Detrás de cada elección hay una explicación compleja. A Francisco de Narvaez le crearon un tono propio a partir del magenta, que remite a la obviedad de su apodo (“el colorado”), pero también justificado en que es “el color de las pasiones, de la entrega, de fuerza, de la agresividad. positivo, excitante y con gran poder de atracción”, según sus asesores en marketing. El equipo que lidera Ramiro Agulla cree que inclusive puede hacer sentir cómodos a votantes radicales sin un referente fuerte en Provincia. Su debilidad, tanto en entre marcas privadas y políticas, es que todos lo quieren, y por lo tanto cuesta lograr diferenciación. Todos los candidatos radicales lo eligen como tono insignia, y también los partidos de izquierda.

La “confianza” es el atributo que poryecta el azul, favorito de las marcas del sector financiero y de la comunicación de Cristina Fernández de Kirchner. Los especialiastas en “cromoterapia” aseguran que purifica el hígado y el intestino; y no por nada el celeste o la gama de los azules en pastel son los preferidos para pintar los cuartos de los chicos y llevar tranquilidad. Su contra: es el color conservador por excelencia, y el elegido por la policía en el 90% de los países del mundo.

Días atrás, cuando Daniel Scioli ordenó pintar todas las gradas del Estadio Unico de La Plata de naranja, el tono de su campaña, fue en contra de los intereses de los vendedores ambulantes: si bien el naranja es un color que transmite vitalidad adolescente y resulta facilmente identificable, también reduce el apetito (un consejo habitual para las dietas es elegir vajilla de este color).

Pino Solanas y sus candidatos harían bien en enfocarse en el elctorado neurótico e insomne: el verde por el cual se inclinaron sus asesores en imagen transmite tranquilidad y normaliza el sueño. Lo mismo pasa con el amarillo del PRO, el color que en su momento implementó el publicista Ernesto Savaglio en la comunicación macrista: se supone que “serena y tranquiliza” (a los adultos). Savaglio ya no trabaja con el ex presidente de Boca, pero el color que hace llorar a los niños sigue presente en los avisos del Gobierno de la Ciudad.



Colores primarios

Para el elegir el color de la comunicación de un candidato en campaña, los especialistas en imagen se inclinan por aquella tonalidad que proyecta los atributos en los que, se supone, el político en cuestión tiene un déficit. Si hay urgencia por instalar “garra y pasión” la opción será el rojo, si hay dudas en la confiabilidad se optará por el azul y si el candidato necesita modernizarse y dar idea de flexibilidad la decisión recaerá sobre el verde.

El segundo factor que se tiene en cuenta en la comunicación es el de la diferenciación, por lo cual aquellos candidatos que corren de atrás en las encuestas toman riesgos con colores menos tradicionales y más audaces.

En su momento, el amarillo del macrismo fue muy criticado, y luego se lo consideró uno de los grandes aciertos de la campaña que llevó al empresario a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.


NOTA: la nota sale con errores de edicion y redacción : donde dice que le naranja quita el apetito, debiera decir azul, que es lo que yo le dije al cronista . El naranja aumenta el apetito! . Y donde dice que el amarillo serena, debeiera decir que estimula.

Comentario en La Gaceta de Tucuman

http://www.lagaceta.com.ar/nota/424451/LA_GACETA_Literaria/Explorando-naturaleza-colores.html

Explorando la naturaleza de los colores

CIENCIA
LA CIENCIA DEL COLOR
ANA VON REBEUR
(Siglo XXI - Buenos Aires)

Ana von Rebeur es, según lo menta el libro que comento, una "investigadora nata". Une a esa cualidad -cuya terminante inclusión en currículum me insufla cierta inquietud…- estudios generalizados en psicología, artes y química que canalizara, básicamente, a través de los medios masivos, ya sea como columnista, editora, redactora y productora. Con tres conocimientos de base (psicología, química y artes) ha elegido, para su estudio, el tema del color; y lo encara, más bien lo bombardea, con la mayor cantidad de ingredientes que nos provee, básicamente, la web, "googleando" con habilidad y destreza, pero con la celeridad que exige un corto de televisión. Lo desarrolla a través de 116 páginas de pequeño formato (19 x 14cm).
¿Cómo cocina su libro doña Ana? Pues, entre otros recursos, elige prolijamente los títulos de los capítulos -"verde sexy", "naranja crocante" -así como las frases ligeras, "lights", para descargar el peso agobiante de la seriedad científica a ciertas aseveraciones y captar la atención de los lectores-consumidores, acomodándose a sus expectativas.
Veamos: hablando de los estudios actuales sobre colorimetría, menciona la existencia de "fórmulas trigonométricas con once variables, que se traducen en coordenadas cartesianas de acuerdo con variables de matiz, tono y luminosidad entre distancias euclidianas" (pág.33). Acompaña esta frase con un ejemplo, insertando una fórmula que incluye unos 40 caracteres matemáticos. Pero, ¿cómo hace para que el lector inestable en su silla plegable en la playa digiera esto? Lo remata con una afirmación contundente: "Una lástima no haber tenido esta fórmula antes, para indicarle a mi pintor la diferencia entre el color salmón y el naranja rabioso". Y así termina el capítulo; ya viene la tanda publicitaria…

Redondear ideas

El libro tiene sustancia, sobreabunda en información, pero tiene el peligro de que, al no procesarla, algunos lectores más desinformados puedan quedar en la ignota Babia o, a otros con menor premura y bastante uso de la paciencia, les incite utilizar las pistas informáticas de las fuentes usadas, posiblemente queriendo conocer más, ya que el tema es atrapante. A los de mi generación, creo, nos deja añorando las delicias que nos proporcionaran los Doerners en sus 500 páginas, o los Palominos y Pachecos, entre los numerosos tratadistas, solamente en lo que a la "cocina" de los colores se refiere. Claro que por entonces no tenían tanta información, ni tantas aperturas de abanico temático, lo que, en Ana von Rebeur, es muy elogiable.
El librito es interesante y hasta útil. Y, si se necesita algo específico sobre un color, está servido como para gourmets con esencias químicas, adornadas con referencias históricas y psicológicas que recorren continentes y barren, con escoba rala, datos que pueden ser la punta del ovillo de un fascinante conocimiento.
Resumiendo, es actual en cuanto a su ritmo, superficialidad y explosión informativa.
Una suerte de "Big Bang" sobre el color que demuestra, al menos, otra forma de encarar temas para algunos foros que se adapten a este formato.
En esto el cometido se ha cumplido.

© LA GACETA

Celia Terán

Comentario en Diario Z

Copmentario en Diario Z : http://diarioz.com.ar/nota-libros-ensayo-japones-la-historia-del-color-y-uno-nuevo-de-sarlo.html
LA CIENCIA DEL COLOR
Historias y pasiones en torno a los pigmentos
de Ana Von Rebeur


Las páginas de este libro están impregnadas de historias sobre colores, que van desde la búsqueda obsesiva de los pintores cavernícolas y de los alquimistas del renacimiento, hasta los últimos desarrollos tecnológicos en pos de un futuro con distintos matices. Un viaje que atraviesa la base experimental de los tonos de moda, y por las guerras para quedarse con los pigmentos más puros. Pinturas que intoxican, el universo de las luces multicolores, con qué insectos está teñida la mermelada que comemos en el desayuno, y de qué color ven el mundo nuestras mascotas. Todo contado impiadosamente con el talento de la escritora, periodista y humorista gráfica, Ana Von Rebeur.