miércoles, 11 de julio de 2012

Caramelera en Francia


Reseña del libro con cierta mala leche ...;)

http://www.lagaceta.com.ar/nota/424451/LA-GACETA-Literaria/Explorando-naturaleza-colores.html CRITICAS DE LIBROS EExplorando la naturaleza de los colores Domingo 6 de Marzo de 2011 | LA CIENCIA DEL COLOR ANA VON REBEUR Siglo XXI - Buenos Aires) Ana von Rebeur es, según lo menta el libro que comento, una "investigadora nata". Une a esa cualidad -cuya terminante inclusión en currículum me insufla cierta inquietud…- estudios generalizados en psicología, artes y química que canalizara, básicamente, a través de los medios masivos, ya sea como columnista, editora, redactora y productora. Con tres conocimientos de base (psicología, química y artes) ha elegido, para su estudio, el tema del color; y lo encara, más bien lo bombardea, con la mayor cantidad de ingredientes que nos provee, básicamente, la web, "googleando" con habilidad y destreza, pero con la celeridad que exige un corto de televisión. Lo desarrolla a través de 116 páginas de pequeño formato (19 x 14cm).
¿Cómo cocina su libro doña Ana? Pues, entre otros recursos, elige prolijamente los títulos de los capítulos -"verde sexy", "naranja crocante" -así como las frases ligeras, "lights", para descargar el peso agobiante de la seriedad científica a ciertas aseveraciones y captar la atención de los lectores-consumidores, acomodándose a sus expectativas.
Veamos: hablando de los estudios actuales sobre colorimetría, menciona la existencia de "fórmulas trigonométricas con once variables, que se traducen en coordenadas cartesianas de acuerdo con variables de matiz, tono y luminosidad entre distancias euclidianas" (pág.33). Acompaña esta frase con un ejemplo, insertando una fórmula que incluye unos 40 caracteres matemáticos. Pero, ¿cómo hace para que el lector inestable en su silla plegable en la playa digiera esto? Lo remata con una afirmación contundente: "Una lástima no haber tenido esta fórmula antes, para indicarle a mi pintor la diferencia entre el color salmón y el naranja rabioso". Y así termina el capítulo; ya viene la tanda publicitaria… Redondear ideas El libro tiene sustancia, sobreabunda en información, pero tiene el peligro de que, al no procesarla, algunos lectores más desinformados puedan quedar en la ignota Babia o, a otros con menor premura y bastante uso de la paciencia, les incite utilizar las pistas informáticas de las fuentes usadas, posiblemente queriendo conocer más, ya que el tema es atrapante. A los de mi generación, creo, nos deja añorando las delicias que nos proporcionaran los Doerners en sus 500 páginas, o los Palominos y Pachecos, entre los numerosos tratadistas, solamente en lo que a la "cocina" de los colores se refiere. Claro que por entonces no tenían tanta información, ni tantas aperturas de abanico temático, lo que, en Ana von Rebeur, es muy elogiable. El librito es interesante y hasta útil. Y, si se necesita algo específico sobre un color, está servido como para gourmets con esencias químicas, adornadas con referencias históricas y psicológicas que recorren continentes y barren, con escoba rala, datos que pueden ser la punta del ovillo de un fascinante conocimiento. Resumiendo, es actual en cuanto a su ritmo, superficialidad y explosión informativa. Una suerte de "Big Bang" sobre el color que demuestra, al menos, otra forma de encarar temas para algunos foros que se adapten a este formato. En esto el cometido se ha cumplido. © LA GACETA Celia Terán

Clarissa Pinkola Estés explica el significado junguiano de los colores

C l a r i s s a P i n k o l a E s t é s - M u j e r e s q u e c o r r e n c o n l o s l o b o s Los colores del cuento son extremadamente valiosos, pues cada uno de ellos posee su naturaleza mortal y su naturaleza vital. El negro es el color del barro, de lo fértil, de la sustancia esencial en la que se siembra n las ideas. Pero el negro es también el color de la muerte, del oscurecimiento de la luz. Y el negro tiene incluso un tercer aspecto. Es también el color asociado con aquel mundo entre los mundos en el que se asienta La Loba, pues el negro es el color del descenso. El negro es la promesa de que muy pronto la mujer sabrá algo que antes no sabía. El rojo es el color del sacrificio, de la cólera, del asesinato, del ser atormentado y asesinado. Pero también es el color de la vida vibrante, de la emoción dinámica, de la excitación, del eros y del deseo. Es un color que se considera una poderosa medicina contra las dolencias psíquicas, un color que despierta el apetito. Hay en todo el mundo una figura conocida como la madre roja 25. No es tan famosa como la madre negra o la virgen negra, pero es la guardiana de las "cosas que brotan". Es especialmente invocada por aquellas que están a punto de dar a luz, pues quienquiera que abandone este mundo o venga a este mundo tiene que cruzar su rojo río. El rojo es la promesa de que está a punto de producirse un crecimiento o un nacimiento. El blanco es el color de lo nuevo, lo puro, lo prístino. Es también el color del alma liberada del cuerpo, del espíritu liberado del estorbo de lo físico. Es el color del alimento esencial, la leche de la madre. Por contra, es también el color de la muerte, de las cosas que han perdido su aspecto más favorable, su torrente de vitalidad. Donde hay blancura, todo es de momento una tabula rasa en la que no se ha escrito nada. El blanco es la promesa de que habrá alimento suficiente para que las cosas empiecen de nuevo, de que el vacío se llenará.