Percepción cultural del color

Nuestra percepción del color, para mayor confusión, esta teñida de nuestras convenciones culturales y geográficas. Por ejemplo, el Mar negro no es negro sino azul, pero obtuvo su nombre en épocas cuando los colores verde, azul y negro se describían con el mismo nombre. Esto no significa que esa gente no percibiera diferencias entre los colores, sino que simplemente no le daban ninguna relevancia a esa diferencias, porque quizás no precisaran distinguirlos. Uno le pone nombre a las cosas para las cuales hacer distingos es de vital importancia, y culturalmente parece ser que en la vida cotidiana, nombrar colores con precisión no fue nunca algo relevante, excepto para tintoreros y creadores de pigmentos.