lunes, 27 de junio de 2011

El rojo del éxito de Diane Vreeland





Diana Vreeland, la legendaria editora de Vogue, vivió buscando el rojo perfecto.

En su departamento , en 550 Park Avenue su living era color rojo sangre , y Fiana anunciaba " Quiero que este lugar luzca como un jardín,pero un jardín del infierno" . Los sofas estaban tapizados con chintz escarlata y las alfomnbras eran rojas de pared a pared. Diana decía " El rojo es el gran clarificador, bruillante y revelador. Jamás puedes aburrirte del rojo , seria como aburrirte de la persona que amas ."
Cuando falleció prematuramente su amado marido, ella que siempre vestía de negro de pies a cabeza encargó vestidos rojos diciendo: " No quiero recordarle a nadie que estoy de luto. Ese es tema mio"
En primavera de 1971, la despidieron de Voque. Su sucesora pinto de beige toda la oficina roja de Diana . Una empleada dijo " era fabuloso verla en la oficina roja con la alfombra de leopardo. Y de pronto, su oficina fue beige, la alfombra fue beige y la revista fue beige"
Amante del color rojo, que no sólo llevó siempre en los labios y en las uñas, sino que también imprimió en las paredes de sus oficinas, era famosa por su temperamento: obligaba a sus asistentes a usar bisutería ruidosa y llamativa, para que ella supiera siempre que andaban cerca. Conocidas fueron también sus manías: todos los días, por ejemplo, almorzaba un sándwich con mantequilla de maní y un vaso de whisky.
Provista de un radar para los talentos, también descubrió a creadores como el hoy aclamado Manolo Blahnik, a quien convenció de dedicarse al diseño de zapatos.

DE VOGUE AL MUSEO
Estaba en la cima del poder cuando –para su sorpresa– una nueva administración la despidió de Vogue, sin explicaciones, en 1971. Pero como su carácter nunca fue el de perdedora, Diana regresó al año siguiente al mundo de la moda como asesora del Instituto del Vestido del Metropolitan Museum de Nueva York.
Cuando quedó ciega, pocos años antes de morir de un ataque al corazón, Vreeland dijo que fue porque había visto demasiadas cosas bellas en su vida. Muchas de ellas están en el libro DV, su autobiografía, que la prensa definió como una “champagne party”. La alusión no es casual. “Siempre bebo una copa de champagne antes de tomar una decisión seria. O incluso antes de ir al dentista”, decía ella, mientras las burbujas contribuían a crear su propio mito. Uno que ni siquiera Anna Wintour, la actual y poderosa editora ícono de Vogue, ha podido derribar.

Grace Mirabella heredó su trono en Vogue . Lo primero que hizo Mirabella fue cambiar por un tono beige el color rojo de las paredes que le había heredado su predecesora. Esa sobriedad fue algo que salpicó a la publicación, la que, según los entendidos, se tornó aburrida y complaciente. La irrupción de Elle, que en apenas tres años sumó 851 mil suscriptores en comparación al millón 200 mil de Vogue, precipitó la salida de la editora. Por io usar el color rojo

Fuente : http://nymag.com/nymetro/shopping/fashion/features/n_7930/index1.html