El blog de "La ciencia del color",el libro de Ana von Rebeur de la colección Ciencia que Ladra, Editorial Siglo XXI, 2010. Mail :anavon@hotmail.com Twitter : @anavonrebeur
miércoles, 11 de julio de 2012
Clarissa Pinkola Estés explica el significado junguiano de los colores
C l a r i s s a P i n k o l a E s t é s
- M u j e r e s q u e c o r r e n c o n l o s l o b o s
Los colores del cuento son extremadamente valiosos, pues cada uno de
ellos posee su naturaleza mortal y su naturaleza vital. El negro es el color del barro,
de lo fértil, de la sustancia esencial en la que se siembra n las ideas. Pero el
negro es también el color de la muerte, del oscurecimiento de la luz. Y el negro
tiene incluso un tercer aspecto. Es también el color asociado con aquel mundo
entre los mundos en el que se asienta La Loba, pues el negro es el color del descenso.
El negro es la promesa de que muy pronto la mujer sabrá algo que antes
no sabía.
El rojo es el color del sacrificio, de la cólera, del asesinato, del ser atormentado
y asesinado. Pero también es el color de la vida vibrante, de la emoción dinámica,
de la excitación, del eros y del deseo. Es un color que se considera una
poderosa medicina contra las dolencias psíquicas, un color que despierta el apetito.
Hay en todo el mundo una figura conocida como la madre roja 25. No es tan
famosa como la madre negra o la virgen negra, pero es la guardiana de las "cosas
que brotan". Es especialmente invocada por aquellas que están a punto de dar a
luz, pues quienquiera que abandone este mundo o venga a este mundo tiene que
cruzar su rojo río. El rojo es la promesa de que está a punto de producirse un
crecimiento o un nacimiento.
El blanco es el color de lo nuevo, lo puro, lo prístino. Es también el color
del alma liberada del cuerpo, del espíritu liberado del estorbo de lo físico. Es el
color del alimento esencial, la leche de la madre. Por contra, es también el color
de la muerte, de las cosas que han perdido su aspecto más favorable, su torrente
de vitalidad. Donde hay blancura, todo es de momento una tabula rasa en la que
no se ha escrito nada. El blanco es la promesa de que habrá alimento suficiente
para que las cosas empiecen de nuevo, de que el vacío se llenará.