En numerosas industrias donde se paso de paredes grises a rosadas o verde pálido se obtuvo mayor producción y menos bajas por salud. En una escuela, al realizar un examen medico, más de la mitad de los alumnos revelaron una visión defectuosa. El director, atribuyendo la causa a mala iluminación, hizo pintar las clases de un color crema muy claro y, los techos en blanco.
El porcentaje de chicos con mala visión pasó del 92 %, a un 27%. La línea aérea Panam descubrió que los pasajeros se descomponían menos en los vuelos en aviones cuya decoración estaba en la gama del azul, gris o verde pálido, que en aviones tapiados de amarillo o rojo.
El Instituto de Investigaciones del Color, de Estados Unidos, indicó qué colores favorecen qué ventas: el color rosa es el mejor para los cosméticos; el verde, para la joyería, la gama de marrones y rojos para comida, y el rojo, para los juguetes.
"Las emociones suscitadas por los efectos cromáticos pueden afectar el núcleo más profundo del ser humano", dice Wassily Kandinsky en Sobre lo espiritual en arte. Para este artista ruso, influyen en el ánimo, en el cuerpo, y también en plantas y animales.
"El color es el aspecto de mayor carga emocional de una prenda, el primer nivel de comunicación y atracción del consumidor, pero no es un tema que se estudie y profundice en la Universidad", advierte Andrea Suárez, profesora de la carrera de Diseño de Indumentaria de la Universidad de Buenos Aires. "Vestirse de un solo color da una imagen mucho más formal que dividir el cuerpo en dos colores contrastantes, porque se asocia con la idea de uniforme, aunque la ropa sea más informal".
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