Miércoles 1 de diciembre de 2010 RSS XML Cronista.com como página de inicio
Libro/ Lanzamiento
Los colores no existen, pero que los hay, los hay
La periodista y escritora Ana Von Rebeur cuenta en "La ciencia del color" (Siglo XXI) de qué manera los pigmentos y matices influyen en la historia de la humanidad, la percepción y en el humor nuestro de cada día.
JUAN IGNACIO ORUE Cronista.com ()
Los colores no existen. Tamaña afirmación puede poner los pelos de punta a cualquiera. ¿Cómo puede ser? Si apenas nos levantamos preparamos un rico café de granos marrones, de la blanca heladera sacamos la leche y untamos una galletita mientras miramos por la ventana el cielo azul.
Habrá que sacarse la duda porque el asunto no es tan así como parece. A lo largo del libro La ciencia del color (Siglo XXI) la periodista y escritora Ana Von Rebeur sostiene sin ponerse roja como un tomate que los colores son inventos del ser humano. Lo único seguro, que no acepta refutación alguna, es que hay luz o no hay luz. Eso es todo.
"En suma, hablar de colores es hablar de cosas imaginarias que sólo existen en nuestra cabeza, imposibles de asir, con una variedad inmensas de connotaciones personales", dice la autora.
Pero el libro no deja al lector con afirmaciones y conclusiones de Von Rebeur. También se hace preguntas, explica y cuenta la historia de los colores desde los pintores cavernícolas y de los alquimistas del renacimiento para lograr la tintura perfecta hasta los últimos desarrollos tecnológicos en pos de un futuro de distintos matices, siempre acompañando sus definiciones sobre la base de la química, la física y la medicina.
El mundo de los colores atraviesa diariamente a las personas. Modifica estados de ánimo e impulsa determinadas acciones. Esto lo saben bien los expertos en marketing y los diseñadores gráficos al momento de pensar el color de un envoltorio o de qué manera presentar una publicidad que busca determinado efecto.
Los colores no significan lo mismo en diferentes culturas. Por ejemplo, asegura la autora, que si alguien quiere vender artículos para novias en Japón, no deben ser blancos, porque allí se relacionan con el luto; en China, el rojo atrae la prosperidad y la suerte; en occidente, los amarillos y marrones señalan comida y productos naturales y el azul se asocia con la seriedad y la higiene.
Los matices, los colores y los pigmentos son parte fundamental de la historia social del sentido en cada punto del globo y ejercen misteriosamente sus influencias en el alma humana, en la percepción y en el humor de cada día.
En La ciencia del color, Von Rebeur se apega íntimamente a esta idea y construye, desde allí, un libro cercano y amigable, que reafirma, simple y felizmente, que vivimos en un mundo de colores, bajo un sol verde y un espléndido cielo violeta.
Más información: www.anavonrebeur.com.ar
www.poderososcolores.blogspot.com
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