Para todos nosotros, los colores se dividen en dos clases: “Me gustan” y “No me gustan” . Para la mayoría, los colores se separan en “claros “ y “ oscuros”. Pero desde el principio de los tiempos (o al menos desde que existen los libros) miles de personas han dedicado sus vidas a tratar de clasificar, identificar, estandarizar y ponerle nombre a todos los colores : … ¡y entre toda esta gente de todos los tiempos y de todo el planeta , ni uno solo ha conseguido aún inventar un sistema o una nomenclatura o círculo cromático que clasifique y ordene los colores de manera de que sepamos todos de qué hablamos cuando hablamos de color “ turquesa” , “ coral” de “ rosa pálido”, y donde no falte ninguno de los que podemos ver!
Históricamente han aparecido círculos cromáticos, ruedas, rombos, tranquilos, esferas y conos de colores,y en los últimos tiempos aparecen rombos tridimensionales y hasta diagramas en forma de medusas deformes que demuestran que las tonalidades no son simétricas ni hay la misma cantidad en una y otra gama .
La mayoría de los libros acerca de teorías del color nos hablan de inútiles y aburridísimas clasificaciones – de las que nos enseñaban en la escuela- acerca de colores primarios, secundarios terciario y complementarios. Y que en verdad no nos sirven para nada.
¿ Por que tanta obsesión con clasificar los colores?
Porque miles de químicos, artistas, tintoreros, arquitectos y diseñadores de interiores, modistos y diseñadores gráficos desde hace siglos no tiene ganas de trabajar gratis. Es decir : si yo soy una tapicera argentina, y un cliente chileno me pide que le forre los sillones con terciopelo color habano, tengo que saber de qué color me habla para que no me devuelva los sillones indignado diciendo que no los quería de color estiércol …¿ verdad? Una vez le pedí a un pintor que me pinte una habitación de color salmón, el hombre me la pintó de naranja y creo que no pude dormir durante dos meses: por la furia que tenía con el equívoco y porque naranja es un color de acción, que no incita al relax. Si durante siglos hubo daltónicos entre nosotros, pero esta característica peculiar de la visión no fue descubierta hasta el siglo 18, esto indica a las claras que clasificar tan precisamente los colores es absolutamente irrelevante para cualquiera que nos sea artista, tintorero, arquitecto y diseñador de interiores, modisto y diseñador gráfico, tapicero o pintor de casas. La verdad es que nos han machacado en la cabeza que los colores primarios son tres : rojo, azul y amarillo , porque los fabricantes de pigmentos y tinturas veían que no es posible crearlos en base a otros pigmentos, mientras que a los llamados “ secundarios” - naranja, verde y violeta- sí se los logra mezclando los primarios en pares . Pero aunque esto sea cierto en el mundo de los pigmentos, en la naturaleza hay profusión de matices abundantes que se crean solos: el naranja de los frutos, el verde de las plantas, el violeta de tantísimas flores…¿ acaso no son hasta más abundantes que los llamados “primarios”?
Es por esto que las mas modernas teorías del color están derribando los antiguos conceptos de “ primarios “ y “ secundarios” , están reconociendo la incerteza constante en materia de color , y están incluyendo en la percepción del color conceptos como “ luminosidad” o “ color de fondo”. Hay mil ilusiones ópticas que nos llevan a creer que dos colores son totalmente distintos, por lo mucho que cambian según el color que los rodea. Un rojo al sol no es igual a un rojo en una habitación a oscuras o iluminado por una luz fluorescente: se trata de tres colores distintos. Si iluminamos a un color rojo con una luz verde…lo vemos negro. El verde talo es igual al viridian a la vista, pero los dos pigmentos tienen propiedades físicas y químicas totalmente distintas. La percepción del color ni siquiera es la misma entre dos personas. Quizás todos nos pongamos de acuerdo en que es blanco y que es negro. Pero no nos podemos poner de acuerdo acerca de que es amarillo, naranja o rojo, colores que son los primeros en aprender desde niños en todas las culturas y que cuentan con la mayor variedad de gamas. No es lo mismo un amarillo limón que un amarillo huevo. Cada nuevo teórico del color se dedica a destrozar las teorías de los colegas y reemplazarlas con teorias nuevas, y todavia nadie tiene la razon.
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