jueves, 16 de julio de 2009

¿ Por qué Santa Claus se viste de rojo y blanco?



La leyenda de Santa Claus proviene de las que desde muy antiguo se han atribuido a San Nicolás de Bari —obispo de Myra —que entregó todos sus bienes a los pobres, distinguiéndose siempre por su generosidad hacia los niños. Esto se une a la fiesta antigua escandinavia del Señor Invierno, un viejo del pueblo que se elegía al zara para que vaya de casa en casa llenando la barriga con delicias que le convidaba todo el mudno, y por suspuesto, emborrachándose, como pedido al Invierno de que nos les trajera frios demasiado crudos.
En la Edad Media, la leyenda de San Nicolás arraigó de forma extraordinaria en Italia y en los estados alemanes y holandeses. Cuando los holandeses colonizaron Nueva Amsterdam —la actual isla de Manhattan— erigieron una imagen de San Nicolás e hicieron todo lo posible para mantener su culto y sus tradiciones en el Nuevo Mundo.
La devoción de los inmigrantes holandeses por el santo era tan profunda y pintoresca que el escritor norteamericano Washington Irving satirizó éstas y otras costumbres holandesas en un libro titulado Knickerbocker’s History of New York (La historia de Nueva York según Knickerbocker) publicado en 1809. En él, San Nicolás era despojado de sus atributos obispales y convertido en un hombre mayor, grueso, generoso y sonriente, vestido con sombrero de alas, calzón y pipa holandesa, que se dedicaba a arrojar regalos por las chimeneas gracias a un caballo volador que arrastraba un trineo prodigioso. En Europa, mienytras tyanto, vestía de marrón o verde , como un viejo cualquiera de la época.
En EEUU, la popularidad alcanzada por el llamado “guardián de Nueva York” contagió a los norteamericanos de origen inglés, que comenzaron también a celebrar su fiesta cada 6 de diciembre, y que convirtieron el Sinterklaas o Sinter Klaas holandés en el Santa Claus norteamericano.
En 1823, un poema de Clement Moore titulado A Visit of St. Nicholas (Una visita de San Nicolás) publicado en el periódico Sentinel de Nueva York, contribuyó a la evolución de los rasgos típicos del personaje. En el poema, San Nicolás aparecía sobre un trineo tirado por renos y adornado de sonoras campanillas. Su estatura se hizo más baja y gruesa, y adquirió algunos rasgos próximos a la representación tradicional de los gnomos (que según algunas viejas leyendas germánicas otorgaban premios y castigos a los niños), y que se vestían con ropas de colores más alegres.
En 1863, Thomas Nast —un dibujante y periodista de origen alemán— publicó en el periódico Harper’s Weekly su primer dibujo de Santa Claus, en el que lo presentaba con figura próxima a la de un gnomo, en el momento de entrar por una chimenea. Sus dibujos de los años siguientes fueron transformando sustancialmente la imagen de Santa Claus, que ganó en estatura, adquirió una barriga muy prominente y se rodeó de elementos como el ancho cinturón, el abeto, el muérdago y el acebo.
Cuando las técnicas de reproducción industrial hicieron posible la incorporación de colores a los dibujos publicados en la prensa, Nast pintó su abrigo de un color rojo muy intenso. Aunque no se sabe con certeza si fue él el primero en hacerlo, o si lo hizo por influencia de Louis Prang, un impresor de Boston que publicaba postales navideñas en que aparecía Santa Claus con su característico vestido rojo, un color que le ponía calor a las frías noches navideñas .
Durante la segunda mitad del siglo XIX se consolidó la figura de Santa Claus merced a las grandes tiradas de tarjetas de felicitación con fines publicitarios y se avanzó en el proceso de abandono de los aspectos religiosos que hasta entonces le acompañaban. Dejó de ser una figura religiosa para convertirse en un emblema cultural, celebrado por personas de credos y costumbres diferentes, que aceptaban como suyos sus abiertos y generales mensajes de paz, solidaridad y prosperidad. Dejó de ser un típico personaje de la sociedad norteamericana de origen holandés para universalizarse con su viaje de vuelta a Europa.
Para la campaña publicitaria de la empresa de bebidas Coca-Cola en la Navidad de 1931, los dirigentes de la empresa pidieron al pintor Habdon Sundblom —de origen sueco— que remodelara el Santa Claus de Nast. El artista, que tomó como primer modelo a un vendedor jubilado llamado Lou Prentice, hizo que perdiera su aspecto de gnomo y ganase en realismo. Santa Claus se hizo más alto, con un estilo de abuelo bonachón y gordinflón, de rostro alegre y bondadoso, ojos pícaros, chispeantes y amables, con pelo cano y sedosa barba y bigote y fue vestido con un traje más lujoso de color rojo con ribetes blancos, que eran los colores oficiales de Coca-Cola. El personaje estrenó su nueva imagen, con gran éxito, y el pintor siguió haciendo retoques en los años siguientes, incorporándose a sí mismo como modelo del personaje, y a sus hijos y nietos como modelos de los niños que aparecían en los cuadros y postales.
No es cierto que Santa Claus lleva desde entonces los colores de Coca Cola, porque ya venia vistiendose de rojo desde hacía muchos años antes.Lo que sí es cierto es que a Coca Cola le convenía asociar su imagen a alguien vestido de rojo y blanco.

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