jueves, 6 de agosto de 2009

Los buenos verdes


En 1838 nacieron otros dos pigmentos verdes tristones, pero menos venenosos. Un fabricante de colores de Paris, Pannetier, fue el primero en vender un óxido opaco de cromo para artistas en 1838: un polvo verde seco, frío y…aburrido. Tuvieron que pasar veintiún años más para que el fabricante de pigmentos Guignet lograra una gran diferencia a través de una verdadera banalidad: puso el mismo verde de Pannetier en agua fría por un buen rato, con lo cual el opaco pigmento conseguía dos moléculas de agua y se convertía en un verde transparente de increíble color y permanencia que se llamó Viridian ( del Latin, Viridis, significa verde), aunque también se lo conoció como Verde Permanente y como Vert Emeraude. Fue el color favorito de Cezanne
Éstos dos pigmentos .reemplazaron de manera definitiva a los verdes venenosos

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